la señora de las flores

Las gotas le caen encima como agujas heladas que se desprenden del cielo. El viento asalta todo. La mujer tapa las flores con un plástico, pero nadie la tapa a ella. Alguien escribió alguna vez alguna cosa sobre la suerte de aquellos que al volver a su casa pueden todavía levantar a sus hijos en brazos porque no han dejado esos brazos en el trabajo. La mujer de las flores levanta flores todo el día. En cambio. Cuando la lluvia no la obliga a taparlas, la mujer porta las flores, un ramo en cada mano, como si fueran antorchas, y mira hacia adelante.

Alguna vez alguien tendría que regalarle flores a la mujer de las flores.

Las vende en la esquina de Liniers y el acceso, en Tigre.







Esta entrada no tiene fotos porque tenía ganas de poner una foto de la verdadera señora de las flores pero desde que la busco para sacarle una no pude volver a encontrarla.