Me gustan las palabras.
Me gusta su música, su sentido, su silencio, su peso.
Guardo, comparto y a veces escribo textos o ideas que me inspiran.

Coordino talleres de lectura y escritura.
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lunes, 21 de enero de 2013

Tokio Blues

A veces es una foto, un objeto, cierto olor. Para Watanabe es una canción: Norwegian Wood.
Mientras su avión aterriza en Hamburgo, las voces de los Beatles empujan a un empresario japonés desde el límite por el que hasta entonces caminaba y cae hacia su pasado. "La melodía me conmovió, como siempre. No, en realidad, me turbó; me produjo una emoción mucho más violenta que de costumbre", recuerda Watanabe para sí mismo y recuerda también cómo, de repente, tuvo que sentarse para dejar pasar sus pensamientos: "La azafata me sonrió y se fue. La música cambió a una melodía de Billy Joel. Alcé la cabeza, contemplé las nubes oscuras que cubrían el Mar del Norte, pensé en la infinidad de cosas que había perdido en el curso de mi vida. Pensé en el tiempo perdido, en las personas que habían muerto, en las que me habían abandonado, en los sentimienos que jamás volverían".
Así empieza Tokio Blues, una de las mejores novelas de Haruki Murakami, el gran autor japonés, según los que saben. En lo personal y mientras me hago tiempo para conseguir y leer otro de sus libros, puedo decir que una de las cosas más interesantes de este texto (porque yo creo que son muchas) es precisamente esta construcción en la que el personaje es empujado hacia un precipicio a la manera de un salto de bungee jumping. Como en este insólito deporte, el narrador nunca termina de caer, nunca impacta contra el piso, por más cerca que lo vea, y queda atado -de algun modo precario y absurdo- a la vida. En esta novela que podría pensarse dentro del género de las novelas de aprendizaje, Murakami problematiza cuestiones vitales: la memoria, el amor, la soledad, el pasado, los padres, los hermanos, la muerte y la vida. Y lo hace con un gran acierto porque no pretende decirlo todo, expresarlo todo. Hay cosas que los personajes de Tokio Blues no pueden decir, como la joven Naoko, que tiene problemas para encontrar las palabras que necesita. Será por eso que Watanabe, el personaje narrador de la novela, el recordador, recuerda y escribe. Porque como el mismo comprende: "Por eso ahora estoy escribiendo. Soy de ese tipo de personas que no acaba de comprender las cosas hasta que las pone por escrito".

Esta es Norwegian Wood:

http://www.youtube.com/watch?v=lY5i4-rWh44&ytsession=NnIA9LNHWynDSwZrKVqpyj5lukAi_qIsV5LgBYg10zHy_J9odO__xXOQtjA4aCND-suY0xU5-ZnEdyPJFkh7Z_ly22w9M9j_GIth3UKbHYEg_Qa2GD30uGmxV7IK07UguU-8Odm3V-aCqqsSn-Nab0RvVFBJuazBXldm5Lyhtpl2q7W7tBAle19MSHwheHIirq0S0yA-ttVOHPfcZNVRCDnhYuevBOjJEu_ahYzTO6A

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