Me gustan las palabras.
Me gusta su música, su sentido, su silencio, su peso.
Guardo, comparto y a veces escribo textos o ideas que me inspiran.
Coordino talleres de lectura y escritura.
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viernes, 23 de agosto de 2013
Gracias a otra Rosario ... Rosario Ferré.
En "La cocina de la escritura", Rosario Ferré juega con la idea de escribir como cocinar.
No es que la autora establezca muchas relaciones entre una y otra actividad (apenas algunas frases iniciales, finales, título y subtítulo); el artículo apunta -antes que nada- a relacionar a la mujer con la escritura.
Aquí algunas cosas que me gustaron mucho:
Por empezar, el epígrafe: "Si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito", que nos habla de su filiación con una mujer tan fuerte e inteligente como Sor Juana, y nos da una clave del tono que tendrá el texto. (Me gustan los epígrafes cuando revelan complicidades, cuando recuperan otras voces.)
Más tarde, su relación, tan fundamental, con la escritura:
"En realidad tengo mucho que agradecerle a la palabra. Es ella quien me ha hecho posible una identidad propia, que no le debo a nadie sino a mi propio esfuerzo. Es por esto que tengo tanta confianza en ella, tanta o más que la que tuve en mi madre natural.
Cuando pienso que todo me falla, que la vida o es más que un teatro absurdo sobre el viento armado, sé que la palabra siempre está ahí, dispuesta a devolverme la fé en mí misma y en el mundo. Esta necesidad constructiva por la que escribo se encuentra íntimamente relacionada a mi necesidad de amor: escribo para reinventarme y para reinventar el mundo, para convencerme de que todo lo que amo es eterno"
Y más adelante ... "Escribo porque soy una disgustada de la realidad; porque son, en el fondo, mis profundas decepciones las que han hecho brotar en mí la necesidad de recrear la vida, de sustituirla por una realidad más compasiva y habitable, por ese mundo y por esa persona utópicos que también llevo dentro."
También aquello de reconocer ... "El empeno por llegar a ser la esposa perfecta fue quizá lo que me hizo volverme, en determinado momento, contra mí misma, a fuerza de tanto querer ser como decían que debía ser, había dejado de existir, había renunciado a las obligaciones privadas de mi alma"
Me gusta, una y otra vez... "las obligaciones privadas de mi alma".
Gracias, gracias Ferré.
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Muy bien expresados sus motivos para escribir, coincido con las decepciones con la realidad y la necesidad de recrearla.
ResponderEliminarBesos.