El juego aparece siempre en el lenguaje y eso: el juego, Rayuela, Cortázar, fue lo que estuvo rondando esta semana.
Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo ...
Rebusqué textos de Cortázar. Releí algunos pedacitos de Rayuela y me quedé con ganas de leerla toda otra vez. Pensé en armar un grupo de lectura. Tal vez.
Mientras tanto, se me quedaron pegados algunos versos."Yo tengo algunos versos tatuados en la memoria" dice Cortázar, así que la frase misma se me quedó de él pegada. Siempre nos estamos copiando, pegando: "Me gusta mucho más pensar que ser ... No fuiste el amor de mi vida, ni de mis días ni de mi momento, pero te quise y te quiero aunque estemos destinados a no ser ... Me basta mirarte para saber que con vos me voy a mojar el alma ..." Tan a cuento hoy, este último que amanece con una lluvia fina pero muy capaz de empapar.
También estuvo la charla de Alejandra Laurencich en la Boutique del Libro. Lindo sentirse parte de un grupo de gente que lee y piensa en la escritura. Lindo escuchar otra vez sobre la génesis de la escritura.
Y por último: la abuela civil. Andrea Stefanoni, el jueves en Tigre. La autora que esperábamos detrás del libro que nos había gustado tanto. Cercana, precisa, casi familiar. Fue una charla que llenó de ideas y emociones el lugar (Museo de la Reconquista). Se me ocurre ahora, que más de uno habrá reconquistado un sueno esa noche.
Me gusta mi trabajo.
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