Hace algunos días, una amiga perdió a su mamá : "Así, de golpe".
Con su toda su contundencia, los hechos de la vida nos pintan la cara en una sola maniobra. Después, al cabo de un tiempo, se van escurriendo hacia capas mas profundas de nuestro pensamiento.
Llegamos a decirnos, por ejemplo, que perder a la madre es perder, entre tantas cosas, el lenguaje.
Hay palabras que nunca mas vamos a decir: el modo en que la llamamos, por ejemplo; todo lo que le decimos a una madre viva.
"Mamá " es la primera o la segunda palabra que aprendemos a articular. Dicen que es también la que pronuncian muchos moribundos.
Hay perdidas imposibles a corto plazo por lo repentinas, por lo fugaces. Es como ese juego de chicos, inocente y repetido: una chica juega, se tapa los ojos y dice desde su oscuridad "No estoy". Pero nosotros la vemos, por mucho tiempo, la vemos.
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