Me gustan las palabras.
Me gusta su música, su sentido, su silencio, su peso.
Guardo, comparto y a veces escribo textos o ideas que me inspiran.

Coordino talleres de lectura y escritura.
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jueves, 27 de junio de 2013

Tagore


Rabindranath Tagore fue poeta, músico, pintor, educador y novelista. Ganó el primer premio Nobel del mundo no europeo, fue amigo y huesped de Victoria Ocampo, nació, vivió, creó y murió en Calcuta, y dejó algunas cosas como estas:



Para quien lo sabe amar, el mundo se quita su careta de
infinito. Se hace tan pequeño como una canción, como un
beso de lo eterno.
Rabindranath Tagore,

El último trato
Una mañana iba yo por la pedregosa carretera,
cuando espada en mano, llegó el Rey en su carroza.
"¡Me vendo!", grité. el Rey me cogió de la mano y me dijo:
"Soy poderoso, puedo comprarte." Pero de nada le valió su poderío
y se volvió sin mí en su carroza.

Las casas estaban cerradas en el sol del mediodía
y yo vagaba por el callejón retorcido
cuando un viejo cargado con un saco de oro me salió al encuentro.
Dudó un momento, y me dijo: "Soy rico, puedo comprarte." 
Una a una ponderó sus monedas. Pero yo le volví la espalda y me fui.

Anochecía y el seto del jardín estaba todo en flor.
Una muchacha gentil apareció delante de mí, y me dijo:
"Te compro con mi sonrisa." Pero su sonrisa palideció
y se borró en sus lágrimas. Y se volvió sola otra vez a la sombra.

El sol relucía en la arena y las olas del mar rompían caprichosamente.
Un niño estaba sentado en la playa jugando con las conchas.
Levantó la cabeza y, como si me conociera, me dijo:
"Puedo comprarte con nada." . Soy libre, desde que jugando hice ese trato.


Sanatan

   Sanatan desgranaba su rosario a la orilla del Ganges cuando un brahmín harapiento llegó
a su lado y le dijo: "Socórreme, que soy pobre. "
   -"Nada queda en mi escudilla de limosnas", dijo Sanatan, "pues he distribuido todo lo que
poseía.
   -"Pero nuestro señor Shiva se me apareció en sueños", respondió el brahmín, "y me aconsejó
que viniera a buscarte".
   Entonces Sanatan recordó que había recogido una piedrecilla sin valor entre los guijarros
de la ribera y la había escondido en la arena pensando que podría ser útil a alguien.
   Con el dedo señaló el sitio al brahmín que, asombrado, desenterró la piedra.
   El brahmín sentóse en el suelo y se puso a meditar, solitario, hasta el momento en que el
sol desapareció tras los árboles, a la hora violeta en que los pastores llevan sus rebaños al redil.
   Entonces, levantándose, se acercó lentamente a Sanatan y le dijo: "Maestro, dame la más
pequeña parte de esa riqueza que consiste en desdeñar todas las riquezas del mundo."
   Y eso dicho, arrojó al río la piedrecilla sin valor.








2 comentarios:

  1. Flor, parece que hay algo en el aire que convoca a Tagore.
    En varios blogs que visito, estos días hubo entradas sobre él o menciones. Y justamente publicaron los últimos versos de "El último trato".
    Estas sincronías nos están hablando ¿no?
    Besos.

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