El jueves pasado, el escritor Guillermo Martínez estuvo en la librería La Huella Libros, de San Isidro.
Como lo habíamos leído en el taller, teníamos una batería de preguntas que Guillermo respondió con mucha paciencia y cordialidad. Así supimos que escribe mucho y no tira casi nada: "me cuesta muchísimo trabajo escribir (en un buen día de trabajo puedo llegar a la media carilla), por eso -a diferencia de otros autores- yo tiro muy poco"; que le gusta mucho corregir: "es la parte del asunto que más me gusta. Uno ya se sacó de encima la parte más angustiante que es la primera elaboración del texto y pasa a una etapa de más felicidad.", y que muchos de sus cuentos aparecen a partir de la pregunta qué hubiera pasado si ... , es decir: llevar al extremo -y un poco más allá- las situaciones de la vida cotidiana (Guillermo adhiere a la perspectiva cortazariana de lo fantástico)
Autor de la novela policial Crímenes imperceptibles (éxito de ventas, argumento de una película y lectura de programa en escuelas secundarias), Martínez reúne en su último libro de cuentos: Una felicidad repulsiva, una serie de textos que tienen en común la tensión, algo que el escritor considera fundamental a la hora de leer-escribir un cuento. Como en los policiales, el lector está obligado a participar desentrañando algo, buscando algún sentido a través de las pistas.
Guillermo Martínez dice que está escribiendo una novela larguísima, que tiene más cuentos para publicar, que tiene anotadas ideas para una docena de textos, que va a volver a venir.
Fabuloso. Que se repita.


Uy, cómo me hubiera gustado estar allí. Qué interesante saber del modo de escribir de cada escritor.
ResponderEliminarG.M. me gusta mucho, por lo de la tensión que genera, porque cuida la forma y sus textos son muy inteligentes. Ya me dieron ganas de leer estos cuentos.
Besos, Flor.