Vendré un día y traeré un mensaje,
meteré luz en las venas,
y alzaré la voz:
“¡Ustedes que tienen la canasta llena de sueño!
Traigo manzana, manzana roja del sol”.
Vendré, daré un jazmín al mendigo.
Obsequiaré otro zarcillo a la bella leprosa.
Diré al ciego: “¡Qué hermoso es el jardín!”.
Seré un errante, daré vueltas por los callejones.
Pregonaré: “¡Rocío, rocío, rocío!”.
Un pasajero dirá: “Verdaderamente es una noche oscura”.
Le daré una galaxia.
En el puente hay una chiquilla sin piernas,
le colgaré la Osa Mayor del cuello.
Foto e petugb |
Eliminaré todos los insultos de los labios.
Tiraré todas las paredes de su sitio.
Diré a los salteadores de caminos:
“Ha llegado una caravana y su mercancía es la sonrisa”.
Romperé las nubes.
Araré los ojos con el sol, los corazones con el amor,
las sombras con el agua y las ramas con el viento,
y juntaré el sueño del niño con el murmullo de los grillos.
Levaré globos al cielo.
Regaré las plantas.
Iré donde se están los caballos y las vacas y les echaré verde hierba de caricia.
Para la yegua sedienta, traeré un cubo de rocío.
Para el burro viejo, espantaré sus moscas en el camino.
Vendré sobre todos los muros,
plantaré claveles.
Debajo de cada ventana recitaré un poema.
A cada cuervo daré un pino.
Diré a la serpiente: “¡Qué encanto tiene el sapo!”.
Haré amistad.
Daré reconocimientos.
Pasaré caminos.
Tomaré la luz.
Amaré.
¡Hola Forencia! ¿Cómo estás, preparando los talleres del año?
ResponderEliminarSi hacés alguno en Capital, por favor avisame, me gusta mucho tu forma de darlos y el material que usás.
Me encantaron los poemas, qué poco se sabe la literatura iraní. Yo también leí a Abdolah y quedé fascinada.
Un beso grandote.