Y así fue.
Terminamos.
Primero, cada una en la soledad del encuentro
con su libro.
Después, en una tarde compartida, regada de jugo, café y
anécdotas.
Leer es una experiencia vital. Leer con otros es otra experiencia vital.
Por eso, el martes, en la librería la Huella seis mujeres
releímos palabras y sensaciones, inquietudes y subrayados. Marcamos nuestros
libros y nuestras vidas con ellos.
Gracias a todas.
Lo que me quedó y (me quedo) del libro
Antes que nada: conocimiento. Ignoraba por completo la
existencia de las llamadas “granjas de cría” que existieron en Europa durante
la guerra. Conocer esta parte escondida de la historia a través de un relato,
es sin duda una de las mejores formas de hacerlo.
Después: la idea de que muchas veces juzgamos a otros por lo
que son en el momento en el que los conocemos, lo cual parece bastante natural,
pero … cuanto mejor los comprenderíamos si hubiéramos podido ser testigos de su infancia,
por ejemplo, de los miedos y las faltas que construyeron a esa persona, del
momento del mundo y de la Historia en el que empezó a vivir.
Finalmente, y lo que no es poco: el problema de la lengua y
las raíces.
La lengua, como el lugar de nacimiento, nos marca de una
manera permanente, ineludible y a veces, inadvertida. Como un lunar oculto
debajo de un brazo, atrás de la nuca, una señal que nos diferencia y
singulariza.
Recomiendo, además, ver la película “The spring of life” (está en youtube) que
narra de una manera feroz e interesante algunos de estos hechos.
Marcas de nacimiento: LEIDO!!!

Yo sigo acumulando recomendaciones de lecturas... en algún momento será.
ResponderEliminarLinda experiencia eso de leer con otros.
Besos, Flor.