Para leer y escuchar hoy, sin falta.

Para mirar, escuchar y pensar la lluvia. 
Seguí los links.

Porque hoy amanecimos pensando en Neuquén y en el barrio de acá a dos cuadras:

Apuráte José (o lo que pasa cuando el agua crece)
El aplastamiento de las gotas, de Julio Cortázar.

La lluvia, de Jorge Luis Borges.

Aguacero, de Mario Benedetti.

Y como una lluvia siempre nos lleva a otra: Llueve, detrás de los cristales ... Una balada en otoño, de Serrat.

También, algunas consideraciones sobre la lluvia y su parecido con el amor en las palabras de Abel Velázquez, compositor del tema "La lluvia" que se escucha después del poema de Benedetti.

Esto dice Abel Velázquez sobre su canción:

"Me di cuenta de que lo que más se paree al amor es la lluvia.. Primero que nada porque uno puede salir preparado, puede salir con paraguas y de cualquier manera la lluvia nos toca aunque nosotros salgamos protegidos del todo. 

En segundo lugar, porque la lluvia es un milagro y pocas veces lo entendemos. La lluvia está ahí para recordarnos que los milagros vienen del cielo, que nosotros no somos quien para generarlos, para juzgarlos y a veces tampoco para entenderlos.

Y la última (quizá la más triste) que todo el mundo correo cuando ve la lluvia. Quizá por ignorancia o por miedo, pero todo el mundo correo cuando ve a la lluvia. 

Yo conocí hace algún tiempo a una mujer que se quejaba de no poder enamorarse y de no poder hallar al hombre de su vida. Pero tampoco dejaba que nadie se acercara a su vida.

Pensando en ella le escribí una canción que se llama: "la lluvia".... 


la lluvia vino hasta mi
y me cubrí con el miedo
y con periódicos viejos
que mienten que habrá buen tiempo
y ni una palabra de tí

La lluvia vino hasta mí
con el sol como esperanza
cuando el futuro descansa
entre el jamás y el mañana
nunca hay noticias de tí

la lluvia quiso limpiar
el cielo de nubes de negras
con mis ojos, de quimeras
que ríen por no llorar

y corrí despavorido hacia un tejado,
y corrí por no mojarme los zapatos,
y corrí como el idiota que se aterra
cuando no entiende que en la tierra,
el cielo aún manda los milagros

La lluvia vino hasta mí
y yo no supe arriesgarme.
Por saberme vulnerable,
por sentirme culpable,
de no poder ser feliz.

La lluvia, de Abel Velázquez


Dos escenas bajo la lluvia:

De la película Orgullo y prejuicio.

De la película Los puentes e Madison.

De la película Diario de una pasión. (lástima el doblaje).

Y -como colofón- los dibujos de mi talentosa amiga, la ilustradora Agustina Suarez. Más abajo, el link a su sitio.

As de corazones.